Dia mundial contra la esclavitud infantil

Hoy, un niño que nace, tiene muchas probabilidades de ser un niño hambriento; un niño esclavo en una mina, en una fábrica, en el campo; un niño de la calle a merced de las mafias; un niño refugiado hacinado en un campo de refugiados en nuestras fronteras; un niño emigrante en una patera en medio del Mediterráneo. Hoy casi la mitad de los migrantes empobrecidos o refugiados son niños, acompañados o no por sus familias.

Muchos de ellos han sido víctimas de esclavitud (sexual, talleres..) o incluso utilizados para el tráfico de órganos, en su huída del hambre y la violencia. En Grecia o en los Balcanes, en Turquía o en México, en Ceuta o Melilla, esperan a pasar los “muros de la vergüenza”. Los niños se enfrentan a desafíos y padecimientos extremos en este mundo en guerra contra la infancia. Los niños siguen estando en las fábricas de ropa y abalorios en India y Bangladesh, en las fábricas de ladrillos y minas en Asia e Iberoamérica, u obligados a empuñar las armas en paises en guerra, para matar a otros niños o incluso a sus padres. Son niños a los que se les ha robado la infancia, la educación. Niños sometidos, esclavizados, humillados.

Los niños, los empobrecidos, pagan esta factura con su sangre, con su sudor y con sus vidas; incluyendo también al aborto como consecuencia de este capitalismo salvaje. Estamos ante un sistema económico internacional radicalmente injusto, organizado a la medida de las grandes compañías multinacionales, y un sistema financiero mundial que busca el máximo beneficio y no reparan en usar a los niños como mano de obra esclava. Todos los programas del FMI, del BM y de las instituciones financieras europeas están directamente orientados a favorecer esta estrategia multinacional que producen directamente esclavitud infantil.